Sin nafta, sin alcohol en gel y con falta de agua: dos venezolanos cuentan cómo viven la cuarentena

(04/05/2020)

Venezuela es -según cifras oficiales- una de las naciones menos golpeadas por la pandemia de Covid-19. Con tan solo 357 casos, es un fuerte contraste con los vecinos Brasil y Colombia; que en su conjunto suman 69.000 contagios. Desde la oposición afirman que las cifras “no son creíbles”. Más allá de los números, y en medio de la crisis que afecta al país, la pandemia avanza en una población sumida en su mayor parte en la pobreza.

Hoy, en la Cumbre del Movimiento de Países No Alineados, Nicolás Maduro declaró que habían “logrado controlar las cadenas de transmisión local” con la ayuda de Cuba, China y Rusia. Además, indicó que el 80% de la población cumplía voluntariamente la cuarentena.

Entre las discusiones de las dos esferas políticas, en un tira y afloje por el control y flexibilidad del confinamiento, las personas siguen sobreviviendo dentro de una cuarentena que ya lleva más de un mes.
U.M y J.G son dos habitantes de Valencia, una de las ciudades más importantes del país; a tan sólo 170 kilómetros de Caracas. A través de sendas entrevistas con La Voz, contaron lo que viven los venezolanos hoy: una cuarentena afectada por la hiperinflación y la crisis. Se identificaron sólo por siglas ya que por seguridad prefieren mantener su nombre en el anonimato.

El norte y el sur

“Valencia es como la Nueva York de Venezuela, de noche escapa la realidad”, comentaba U.M. sobre su ciudad natal. “Es totalmente heterogénea. A veces ves pasar carros nuevos y te preguntas; ¿pero es que no hay una crisis en este país?”

U.M. pertenece a una de las Fuerzas de Seguridad de Valencia, en el estado de Carabobo. Con una diferencia brutal de grupos sociales, la ciudad se divide cartográficamente. El norte y el sur.

“Aquí oyes el sur y piensas en robo, en secuestros, en miseria”. En cambio, en el norte viven la clase media y alta, y aunque no se libera de los delincuentes o “malandros”, como los llaman allá, el crimen es diferente. “No se ven tantas zonas rojas -como las llama U.M.- pero tiene niveles altos de narcotráfico, y la inseguridad es palpable”.

En el sur los policías patrullan con el arma en la mano, y de a muchos o en “operaciones” entre varias fuerzas. Es en estas zonas donde el control parece disiparse. “Hay una expresión acá en Venezuela. Policía solo es policía muerto”.

Sin recursos

En Valencia, como en el resto del país, los negocios esenciales están abiertos hasta las 14, y todos están obligados a proveer alcohol en gel para la gente que va.

“El gel antibacterial no es claramente para toda la población, considerando que los 100 ml están a 1,5 dólares, y el salario mínimo es de sólo 3 dólares”, comenta J.G., que reside en la zona norte de la ciudad.

“La información está comprometida, no hay libertad en Venezuela”

Aunque J.G. aclara, no todos están en las mismas condiciones. La escasez de elementos de higiene se hace sentir, y los productos de calidad están todos dolarizados. Además, el agua, fundamental para mantener las medidas de prevención y salubridad, no llega correctamente a todos los barrios.

“Hay algunas zonas que no tienen adecuado acceso al agua potable. Un día hay, otro día no. Muchos vecinos en el sur compran cisternas entre todos. Los problemas en el bombeo son claramente por falta de mantenimiento y por fugas en las tuberías viejas”.

Pero el agua no es lo único en estado intermitente. La falta de combustible en el país petrolero se registra hace meses, y los ciudadanos pueden hacer filas de 3 días y no cargan. “Podés perder mucho tiempo, y al final, llega un “enchufado” que le abastecen en el momento, y te quedás sin”. “Sin gasolina, el trabajador que busca su sustento en la calle no puede hacer vida normal”, concluye.

Afirma que la cuarentena se cumple. “Podés ver a personas con sus tapabocas improvisados, con papel o con tela, pero los tienen”, añade.

La teoría del caos

Ambos consultados están de acuerdo en algo: la cuarentena se está cumpliendo, como se puede. Pero concluyen que en sectores populares, en el sur, no es tan seguro. Los controles policiales no llegan constantemente y la delincuencia gobierna en muchos barrios. “Acá es porque no tenemos nafta, pero en el sur se ganan la vida en el día a día” explica J.G.

“Muchos se la rebuscan, venden cosas en internet o dependen de familia en el extranjero que les envíe dinero” completa U.M.

“¿Cuál es la sensación general? De incógnita definitivamente. Es como la teoría del caos, hay miedo y preocupación porque no sabemos hasta dónde va a llegar esto. Quiero que entiendan que, la situación en Venezuela, lo que es el manejo de la información es muy comprometido, no hay libertad en Venezuela”, manifesta J.G.

“Nos regimos por la información del Gobierno que un día te dice que hay cuatro casos, por ejemplo, y al día siguiente te dice lo contrario. Y por sobre todo, el que disiente de esas cifras es perseguido por los organismos de inteligencia”.

Críticas de Guaidó

En una entrevista con la CNN, el líder opositor Juan Guaidó hizo referencia a las cifras que dio el gobierno, donde afirma que hasta el pasado 29 de abril tuvieron 10 muertos por el virus en todo el país: “Lamentablemente no tienen ninguna credibilidad una dictadura que no puede ni siquiera surtir de agua un hospital, casi la mitad de los hospitales venezolanos no tienen agua por tubería. El JM Los Ríos, el principal hospital pediátrico en Venezuela, estuvo nueve horas sin luz. Las enfermeras no tienen cómo llegar a sus puestos de trabajo porque no hay gasolina ni transporte público”.

Fuente: Noticias La Voz

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *