Una Hora sin Luz para salvar la Tierra  

24 de marzo: día del ahorro energético

Son muchas las llamadas de atención que hacen organizaciones y personalidades a nivel mundial acerca del ahorro energético.

Científicos, políticos, representantes de diferentes confesiones religiosas y credos, junto a numerosas organizaciones científicas hacen continuos y reiterados llamados a los gobiernos, empresas y en general a los pobladores del planeta tierra para que tomen conciencia y se asuman medidas de protección al hogar
común, la Tierra, que todos habitamos.

Este día 24 de marzo, se apagarán las luces por una hora durante la noche, según el uso horario en muchos países, como una forma de tomar conciencia de la necesidad del uso racional de energías limpias, no contaminantes.

INCIDE, como organización promotora de derechos, es consciente de que exigir derechos trae también inherente el cumplimiento de deberes. No podrá ser buen ciudadano quien únicamente habla de derechos.

La Tierra que habitamos también tiene derechos y es obligación de sus habitantes tomar conciencia del uso racional de los recursos que nos proporciona, como el agua, el petróleo, el gas.

Venezuela tiene que reflexionar mucho sobre el uso racional de estos recursos. Ha tenido y tiene experiencias recientes muy dolorosas con el racionamiento de la energía eléctrica (por ejemplo los estados Táchira, Mérida,
Zulia están viviendo una situación precaria con racionamiento eléctrico) por falta de agua suficiente en el Guri con que mover las turbinas generadoras de electricidad, pero también por la falta de previsión de las autoridades del ramo y la falta de mantenimiento.

Pareciera que tanto los organismos del Estado como los ciudadanos aun no somos conscientes del problema energético. Ejemplos hay muchos:
– Avenidas y calles con luminarias encendidas día y noche.
– Oficinas públicas derrochando energía eléctrica a toda hora
– Centros comerciales, escuelas, universidades con sus instalaciones encendidas
día y noche porque nadie es responsable de apagarlas una vez utilizadas.
– Pero también hogares donde luces y aires acondicionados permanecen encendidos día y noche porque no se paga su consumo.
Frente al derecho a disponer de energía eléctrica está también el deber de pagar su uso y utilizarla con criterio de ahorro.

¿Aprenderemos como sociedad a responsabilizarnos de lo que es patrimonio de todos?

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